El origen de estas croquetas viene de los pueblos árabes que estuvieron aquí, dejando una agradable herencia. Los rellenemos como más nos gusten, siempre los encontraremos muy sabrosos. También los podemos hacer variados, para tener todos los sabores.
Ingredientes
Para la pasta:
250 gr. de sémola de trigo.
200 gr. de azúcar.
5 huevos.
1 l. de leche entera.
1 limón (su piel).
Para los rellenos:
8 dátiles.
50 gr. de jengibre cristalizado.
25 gr. de pistachos.
25 gr. de cobertura de chocolate blanco.
1 cucharadita de mantequilla.
Para freir y rebozar:
300 ml. de aceite de oliva.
250 gr. de pan rallado.
Elaboración
En un cazo, diluiremos las yemas de huevo con la leche. (Reservaremos las claras sin batirlas).
Añadiremos a la mezcla el azúcar, la piel de un limón cortada en trozos grandes y sin la parte blanca, y la sémola.
Coceremos esta mezcla sin parar de remover.
Cuando la sémola empiece a espesarse y la pasta arranque a hervir, retiraremos el cazo del fuego.
Retiraremos la piel de limón y pondremos la pasta en una bandeja para dejarla enfriar.
Una vez fría, la cortaremos en trozos iguales, empleando para ello 2 cucharas grandes soperas, para hacer de molde.
En este punto podemos hacerlas tal cual o bien rellenas.
Para el relleno de dátiles, cortaremos los dátiles de arriba abajo, retirando el hueso y los volvemos a partir por la mitad.
Con estos cuartos de dátil rellenaremos las croquetas, haciendo un corte en el medio, de punta a punta.
Abriremos un poco el corte y lo llenaremos con el dátil.
Cerraremos el corte volviéndola a modelar para tapar cualquier agujero que deje salir el relleno.
Otro relleno posible sería de jengibre confitado; haremos dados de jengibre y luego lo cortaremos en bastoncitos largos.
Como suelen ser bastante cortos, pondremos 2 para llenar cada croqueta.
Repetiremos la operación anterior del relleno.
Otro más lo podemos hacer de pasta de pistachos; trituraremos los pistachos en un molinillo de café, hasta que se conviertan en polvo.
Calentaremos la cobertura de chocolate blanco en un cazo con un poco de mantequilla, removiéndolo hasta que quede fundido.
Añadiremos los pistachos en polvo, siguiendo removiendo, hasta que nos quede una pasta cremosa y uniforme.
Lo dejaremos en un recipiente para dejar que se enfríe y se solidifique.
Una vez esté listo, lo cortaremos en bastoncitos.
Rellenaremos la croqueta tal como hemos explicado anteriormente.
Finalmente pondremos una sartén con abundante aceite caliente, pasaremos las croquetas por las claras de huevo, rebozándolas con el pan rallado y las freiremos, que nos queden un poco dorad as.