The Cook Monkeys

Empanada de maíz con berberechos

  Las empanadas gallegas son muy famosas, por las diferentes maneras de elaborarlas, empleando distintos rellenos, todos ellos muy sabrosos. A esta, la rellenaremos principalmente con los berberechos, eso sí, tener los berberechos en agua con sal, 30 minutos, para que suelten toda la arenilla, porque si no tendríamos una empanada crujiente, muy desagradable. Si la acompañáis con un buen vino blanco de Ribeiro, mucho mejor.

Ingredientes

Elaboración

  • Elaboraremos la masa, disolviendo en 1 tacita de agua templada, la levadura.
  • Introduciremos las harinas de maíz y de centeno, junto a la levadura anterior en un bol grande.
  • Poner el agua en un cazo a calentar, cuando hierva, mezclarla poco a poco con la harina, con la ayuda de una cuchara de madera, sazonándola y amasándola, hasta que quede bien ligada.
  • La taparemos y dejaremos que suba y se esponje (1 hora como mínimo).
  • Abriremos los berberechos en una cazuela junto con 1 hoja de laurel, al vapor. Los berberechos los hemos tenido en remojo en agua y sal, para que suelten la arenilla que pudieran llevar. Reservarlos para más tarde.
  • Pocharemos en una sartén con aceite de oliva, las cebollas y los pimientos picados, muy lentamente, sazonándolo con sal.
  • Cuando se doren, añadiremos la carne de los berberechos, 1 pizca de pimentón dulce, para darle color y un poco de sal.
  • Estiraremos la masa con un rodillo, cortándola por la mitad.
  • Forraremos una fuente de horno con papel de hornear, colocando una de las mitades.
  • Repartiremos el relleno de los berberechos por la superficie de una de las mitades, cubriéndola con la otra mitad, cerrando en los bordes, formando unos rebordes.
  • Pincharemos la masa con un tenedor para que se cueza bien y la pintaremos con huevo batido.
  • Con la masa que nos haya sobrado, haremos tiras o adornos, para darle una presentación más bonita, pintándolas también con huevo batido
  • La introduciremos en el horno precalentado a 180ºC., durante 1 hora aproximadamente, retirándola cuando esté dorada la superficie.

    Conviene dejarla reposar antes de consumirla.