Este plato ha sido muy tradicional. Años atrás, en nuestras casas, aquellas cuya economía no era demasiado buena, se solía hacer. Su coste es bastante económico, no por ello resulta menos sabroso.
Ingredientes
400 gr. de sangre de cerdo.
400 gr. de hígado de cerdo.
2 cebollas medianas.
50 gr. de manteca de cerdo.
aceite de oliva.
sal.
pimienta negra molida.
pan frito cortado en daditos pequeños.
Elaboración
Cortaremos la sangre y el hígado a trozos.
Los sazonaremos con sal y los freiremos en una cazuela con manteca de cerdo y aceite, a partes iguales.
En primer lugar freiremos el hígado, después la sangre. Los retiraremos de la cazuela, reservándolos.
En la misma cazuela, pondremos la cebolla cortada en juliana fina, salpimentaremos y taparemos la cazuela, rehogándola a fuego lento, removiéndola de vez en cuando, debe de quedar confitada, no dorada (unos 20 minutos).
Cuando esté confitada, incorporaremos la sangre y el hígado reservados, lo removeremos durante 5 minutos más y lo retiraremos del fuego.