Un postre sorprendente, que elaboraremos haciendo primero un flan de nata, construyendo el plato con unos hilos de yogur, un caramelos de adorno y regado con la salsa de fresas. Una mezcla de sabores muy espectacular, apto para cualquier gourmet, con ese aporte de un punto de pimienta negra.
Ingredientes
1/2 l. de nata líquida.
1/2 l de leche.
10 huevos.
400 gr. de azúcar.
250 gr. de fresas.
2 pellizcos de pimienta negra molida.
zumo de limón.
yogur griego.
Elaboración
Para hacer el flan de nata, herviremos la nata líquida con la leche.
Mientras tanto, batiremos los huevos con 200 gr. de azúcar, agregándolos al preparado anterior.
Llenaremos un molde de flan con esta mezcla y lo pondremos a baño María, vigilando que el agua no hierva.
Lo pincharemos con un palillo y éste debe salir seco, por lo que ya estará listo (unos 45 minutos). Lo dejaremos enfriar.
Prepararemos la salsa de fresas, triturándolas y añadiéndoles unas gotas de limón.
Pondremos 200 gr. de azúcar, unas gotas de limón y un dedo de agua mineral en un cazo al fuego, hasta que éste nos coja un color bien tostado, que casi nos haga un olor a naranja amarga.
Añadiremos 1 pellizco de pimienta negra y le daremos un par de vueltas.
Lo retiraremos del fuego y lo extenderemos entre 2 hojas de papel de pastelería, con un rodillo. Reservarlo en un sitio cerrado libre de humedad, en un bote o una bolsa de plástico.
Cortaremos un rectángulo de flan de nata, lo pondremos encima de unos hilos de yogur griego, que habremos puesto en el fondo del plato y unos palitos de fresa natural.
Lo decoraremos con unos trozos del caramelo reservado en seco, la salsa de fresa y espolvorearemos otro pellizco de pimienta negra por encima.