Este plato, su origen es medieval. Como podemos comprobar, es muy simple su elaboración, solo es cuestión de tiempo, ya que tan solo coceremos la gallina con parte de las almendras majadas, para luego deshuesarla e introducir de nuevo la carne al caldo. Después se le agrega otro majado, pero esta vez añadiendo el resto de las almendras, el perejil, el cilantro, la pimienta negra y la hierbabuena. Un caldo realmente lleno de un exquisito sabor.
Ingredientes
1 gallina.
2,5 l. de agua mineral.
los menudos de la gallina.
600 gr. de almendras crudas y peladas.
2 cucharadas soperas de perejil picado.
1 cucharada sopera de cilantro picado.
100 gr. de pimienta negra en grano.
aceite de oliva.
sal.
hojas de hierbabuena.
1 cucharada sopera de miel.
Elaboración
Coceremos la gallina, a fuego suave, a la que le hemos retirado los menudillos, en una olla con agua mineral, junto con la mitad de las almendras crudas y peladas, majadas en un mortero, durante unos 90 a 120 minutos.
Una vez esté cocida la gallina, la sacaremos de la olla, la deshuesaremos y desmenuzaremos, volviéndola a agregar a la olla, dejándola cocer, a fuego suave.
Aparte coceremos en un cazo con un poco de aceite de oliva, los menudillos de la gallina.
Los pasaremos a un mortero majándolos junto con el perejil, el cilantro, la pimienta negra en grano, la sal, unas hojitas de hierbabuena y la otra mitad de las almendras crudas.
Cuando la cocción de la gallina esté a punto de concluir (total, unas 2 1/2 horas) incorporaremos el majado anterior, dejándolo cocer, durante 20 minutos más, removiéndolo bien para que se mezcle todo.
Un momento antes de retirarlo del fuego, añadiremos la cucharada de miel, removiéndola, hasta que se haya fundido.
Lo serviremos en platos hondos bien caliente.
Podemos acompañarlos con rebanadas de pan tostado.