Un helado casero que nos deleitará nuestro paladar. Fácil de elaborar y muy económico. No hace falta que estemos en verano, para disfrutar de este delicioso helado, como se hacía hace muchos años. Lo seleccionaremos como un postre exquisito que nos acompañará en alguna excelente comida o cena.
Ingredientes
8 yemas de huevo
1/2 l. de leche entera
60 gr. de miel
60 gr. de azúcar
100 gr. de nata montada
Elaboración
En un cazo, podremos la leche junto con la miel a calentar, hasta que arranque a hervir, retirándola inmediatamente del fuego.
En un bol, colocaremos las yemas de huevo con el azúcar, batiéndolas, hasta obtener una mezcla esponjosa.
Verteremos la leche con la miel, poco a poco, removiéndola rápidamente.
Verteremos esta mezcla en el cazo, poniéndolo de nuevo al fuego, a fuego suave, sin dejar de remover, con una cuchara de madera, hasta que haya espesado, y sin dejar que hierva, retirándola del fuego.
La pondremos en un cuenco, dejándola enfriar.
Mezclaremos esta crema con la nata montada, poniéndolo en un recipiente en el congelador.
En la primera hora, sacaremos el helado y lo rasparemos con un tenedor o la batiremos en la batidora, volviéndolo a meter en el congelador, durante unas 2 horas como mínimo.
Para desmolde arlo, lo sacaremos 1/2 hora antes de servirlo.