Una receta, para verdaderos gourmets. Partiendo de un hígado fresco de pato, que acompañaremos con una reducción de chalota con pimientas y los puerros que hemos salteado, solo la parte blanca. Una delicia de plato.
Ingredientes
Para 4 personas
500 gr. de hígado de pato, cortado en rodajas.
2 puerros (solo la parte blanca).
1 chalota.
1 dl. de jugo de pollo.
1 copita de vino blanco seco.
30 gr. de mantequilla.
10 granos de pimienta verde y rosa.
aceite de oliva.
Elaboración
Cortaremos los tallos de los puerros, solo la parte blanca, al sesgo (corte inclinado) y los rehogaremos, a fuego lento en una sartén con mantequilla, sin que lleguen a dorase (unos 15 minutos).
En una sartén antiadherente, sin nada de grasa, previamente calentada, rehogaremos las rodajas de hígado de pato. Deben quedar dorados por fuera y jugosas por dentro, con un par de minutos por cada lado serán suficientes. Las reservaremos en caliente.
En un cazo, con un poco de aceite, rehogaremos la chalota picada con las pimientas en grano, verde y rosa, ligeramente aplastadas, durante unos 15 minutos .
Verteremos el vino blanco, dejándolo reducir.
Añadiremos el jugo de pollo y una vez reducido a la mitad, lo emulsionaremos con la mantequilla.
Presentaremos el hígado de pato, acompañados con los trozos de puerro y regados con la salsa.