Esta tarta igual la podemos saborear para postre como en una merienda cuando vengan invitados a tomar café. Es muy fácil de elaborar y la podemos tener preparada en el frigorífico tapada con papel film.
Ingredientes
1/2 bote pequeño de leche condensada.
1 lámina de masa de hojaldre.
300 gr. de queso cremoso. (tipo Philadelfia).
750 gr. de peras.
250 ml. de vino tinto de calidad.
50 gr. de azúcar.
Elaboración
Precalentaremos el horno a 180ºC.
Desenrollaremos la lámina de masa de hojaldre, forrando con ella un molde de tarta.
Pincharemos el fondo con un tenedor y la cubriremos con una hoja de papel de aluminio, presionado bien las paredes, para que no se bajen al cocerla.
La introduciremos en el horno, durante 15 minutos.
Retiraremos la hoja de papel de aluminio, dejándolo cocer 5 minutos más, hasta que esté ligeramente dorada.
Pondremos en un cazo al fuego el azúcar y cuando esté caramelizado, añadiremos las peras, peladas y cortadas en cuartos, rehogándolas unos minutos.
Verteremos el vino tinto, dejándolo cocer, hasta que se haya disuelto el caramelo y el vino se haya reducido a la mitad. Reservarlo.
Mezclaremos el queso cremoso con la leche condensada y lo verteremos sobre la tarta. Lo cubriremos con las peras y parte del almíbar, dejándolo en la nevera unas horas antes de servirla, poniendo el resto del almíbar en un jarrita aparte.