Una lasaña muy laboriosa, pero cuyo resultado que obtendremos, si seguimos bien los pasos de la receta, os va a satisfacer mucho.
Ingredientes
300 gr. de lasaña verde.
500 gr. de queso ricotta.
250 gr. de mozzarella.
25 gr. de queso parmesano rallado.
1,5 kg. de tomates maduros.
3 dientes de ajo.
1 pizca de azúcar.
1 pizca de nuez moscada.
sal.
pimienta negra molida.
1 nuez de mantequilla.
4 cucharadas de aceite de oliva.
Elaboración
Coceremos las hojas de lasaña, en abundante agua con sal, hasta que estén blandas. Las sacaremos, dejándolas sobre un paño de cocina limpio.
Rallaremos los tomates, poniéndolos en una sartén antiadherente.
Pelaremos los ajos, cortándolos en láminas muy finas, agregándolos a la sartén junto con el azúcar, sazonándolo con sal, pimienta negra y nuez moscada, dejándolo cocer, durante 10 minutos, a fuego vivo, hasta obtener una salsa espesa y perfumada.
Lo rociaremos entonces con el aceite de oliva, retirándola del fuego.
Aplastaremos el queso ricotta con un tenedor, salpimentándolo.
Añadiremos el queso parmesano rallado, mezclando bien, todo el conjunto.
Cortaremos la mozzarella en dados de 0,5 cm.
Precalentaremos el horno a 200º C.
Untaremos con mantequilla una fuente de horno, extendiendo una primera capa de hojas de lasaña, dejando que sobrepase los bordes.
Encima colocaremos una capa de salsa de tomate, luego, una de la mezcla de ricotta y a continuación unos dados de mozzarella.
Pondremos otra capa de hojas de lasaña, sin sobrepasar los bordes y así, sucesivamente, hasta acabar con los ingredientes.
Doblaremos los bordes de la lasaña, cubriendo bien los laterales y verteremos el resto de la salsa de tomate por encima.
La introduciremos en el horno, dejándola, hasta que la superficie esté bien dorada.
Presentar en la misma fuente.