Un postre muy agradable y muy popular, que podemos encontrar en la mayoría de nuestros restaurantes. Es sencillo de preparar. Siempre tenemos que emplear los limones más grandes que encontremos. Una vez abiertos y vaciados los rellenaremos con la preparación del helado y los congelaremos en el frigorífico.
Ingredientes
Para 4 personas
4 limones grandes
4 huevos
8 cucharadas de leche condensada
1 limon rallado
azúcar glas
hojas de menta fresca
Elaboración
Cortaremos la parte superior de los limones y reservarla, así como un poco de su base, para que posen perfectamente.
Ayudándonos de una cuchara, vaciaremos la pulpa de todos los limones. Guardar las cáscaras vacías en el congelador.
Exprimiremos la pulpa en un recipiente y mezclaremos el zumo con la leche condensada, removiéndolo todo bien.
Separaremos las yemas de las claras, añadiendo las yemas a la mezcla, mezclándolas adecuadamente.
Añadiremos la piel rallada de 1 limón.
Batiremos las claras de huevo a punto de nieve fuerte y las agregaremos a la preparación anterior, delicadamente, de forma envolvente y de abajo arriba.
Añadiremos el azúcar glas al gusto.
Rellenaremos las cáscaras de los limones, que se encontraban en el congelador, con esta preparación y los volveremos a introducir en él.
En el momento de servir, los adornaremos con una hoja de menta y pondremos la tapa del limón.
Con el resto de la preparación que nos pudiese sobrar, lo pondremos en un recipiente rectangular, introduciéndolo en el congelador.
A los 30 minutos lo sacaremos y rasparemos con un tenedor, para romper los cristales, repitiendo la operación otra vez, volviéndolo a introducir en el congelador. Así tendremos un helado de limón.