La salsa arrabiata, su origen es italiana. Consiste en una salsa de tomate picante, que puede aplicarse tanto a carnes como a pastas. Esta vez haremos unos contramuslos de pollo cortados a dados, que condimentaremos con dicha salsa, que mezclaremos con los macarrones. Un plato muy completo. que podemos considerar como único.
Ingredientes
Para 4 personas
8 contramuslos de pollo deshuesados y sin piel
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón ahumado
1/2 cucharadita de guindillas rojas secas majadas
400 gr. de tomates troceados de lata
250 ml. de caldo de pollo
375 gr. de macarrones
1 manojo grande de hojas de rúcula (para decorar)
queso parmesano (rallado o en virutas)
sal
pimienta negra molida
Elaboración
En una cacerola grande con aceite de oliva caliente, pocharemos la cebolla pelada y picada en trozos grandes, durante unos 15 minutos, a fuego suave, hasta que se ablande.
Agregaremos los contramuslos de pollo que hemos cortado en dados, dejándolos freír, unos 5 a 10 minutos más, hasta que estén ligeramente dorados.
Añadiremos los ajos picados finos, el pimentón ahumado y las guindillas rojas secas, cocinándolos 1 minuto más.
A continuación incorporaremos los tomates, el caldo de pollo, salpimentándolos. Lo llevaremos a ebullición tapada , dejándolo cocer a fuego lento durante 25 minutos, y el pollo esté tierno.
Mientras, en otra cacerola, la llenaremos hasta la mitad con agua mineral ligeramente salda, donde coceremos los macarrones, a fuego suave, hasta que estén al dente, el tiempo que nos indique el fabricante.
Los escurriremos y agregaremos a la cacerola con la salsa arrabiata, mezclándolos bien, calentándolo todo ligeramente unos 5 minutos y se mezclen bien los sabores.
Repartiremos el resultante obtenido en boles poco hondos, decorándolos con las hojas de rúcula, acompañado, en un bol aparte el queso parmesano, rallado o en virutas, para que cada comensal se sirva a su gusto.