Seguimos con las mermeladas, puesto que en pocos días se estarán recolectando las ciruelas. Aprovechando la buena cosecha de este año, haremos una mermelada con esta fruta tan deliciosa.
Ingredientes
Para unos 4 a 6 botes:
2 kg. de ciruelas claudias maduras
1 kg. de azúcar
1 limón (su zumo)
Elaboración
En primer lugar, lavaremos bien las ciruelas y las iremos echando en un recipiente amplio, sin pelar, partidas en dos o más trozos, quitándoles el hueso.
Volcaremos el azúcar, mezclándola bien con las ciruelas.
Las dejaremos reposar en la nevera, unas 12 horas, para que se vaya haciendo una especie de almíbar entre el azúcar y el agua que suelte la fruta.
Pasado el tiempo de reposo, verteremos todo en una cazuela y le añadiremos el zumo de 1 limón.
La pondremos a fuego fuerte, hasta que hierva, seguidamente, bajaremos el fuego, dejando cocer la fruta suavemente, durante 1 hora aproximadamente.
Durante la cocción iremos espumando y la removeremos de vez en cuando con una cuchara de madera.
En la misma cazuela, meteremos la batidora y le daremos unos cuantos toques para triturar la fruta.
Si nos gusta que nos queden tropezones, la trituraremos poco, si no, la batiremos hasta que esté totalmente triturada.
El tiempo de cocción es orientativo, depende de si queremos una mermelada más líquida o más sólida. Debemos de tener en cuenta, que, una vez que se enfría, también espesa un poco.
Si nos gusta bien espesa, la dejaremos cocer alrededor de 2 horas, removiéndola de vez en cuando, con una cuchara de madera.
Una vez que tenemos la mermelada hecha, la verteremos en frascos (previamente esterilizados) y los taparemos herméticamente, dejándolos enfriar.
Los pondremos en una cazuela grande con agua, durante 20 minutos, poniendo entre los botes unos trapos para evitar que choquen entre ellos, durante la ebullición del agua, dejándolos enfriar en la misma cazuela, y ya estarán listos para guardar, como cualquier otra conserva.