El mole poblano es una especialidad muy popular de la población mexicana de Puebla. Se parte en la actualidad de pollo, aunque la receta original se solía emplear pavo. La carne se cuece y con el caldo, lo aprovecharemos para elaborar la salsa con la cual cubriremos los trozos de pollo. Una salsa muy original en la que se emplean varios tipos de chiles, frutos secos, chocolate, semillas y verduras.
Ingredientes
Para 6 personas
1 pollo grande.
1 kg. de chile mulato.
1 kg. de chile ancho.
1 kg. de chile pasilla.
250 gr. de semillas de chile.
250 gr. de ajonjolí.
150 gr. de cacahuetes.
150 gr. de almendras.
250 gr. de uvas pasas.
2 plátanos.
1 pedazo de pan de molde.
2 cebollas.
5 dientes de ajo.
100 gr. de canela.
400 gr. de chocolate.
10 clavos de aroma.
50 gr. de pimenta negra en grano.
50 gr. de pimienta negra molida.
sal.
azúcar.
mantequilla.
Elaboración
Coceremos el pollo troceado en octavos, en una olla grande con agua mineral y sal, durante unos 45 minutos. El caldo lo utilizaremos para hacer la salsa.
Para hacer la salsa, tostaremos cuidadosamente los chiles para que no se quemen (unos 5 minutos).
Pondremos una cazuela con aceite, añadiendo los chiles, las cebollas trituradas, los dientes de ajo, el pan desmenuzado, las uvas pasas y los plátanos troceados. Lo removeremos bien y añadiremos un poco del caldo anterior, para reblandecer el chile, durante 15 minutos.
Limpiaremos el ajonjolí, lo tostaremos y lo moleremos en el molinillo.
Moleremos también las semillas de ajonjolí, los cacahuetes y las almendras.
La canela, los clavos de aroma, las pimientas y el chocolate, los moleremos al final, para que no pierdan el aroma.
Una vez todo molido, pondremos la mantequilla a calentar en una cazuela y cuando esté caliente, añadiremos el ajonjolí, las semillas de chile y lo sazonaremos.
A continuación echaremos los cacahuetes, las almendras y todo lo demás, removiéndolo constantemente con una cuchara de madera, para que no se pegue, mientras se va cociendo.
Pasaremos el chile molido por un tamiz, agregándolo al guiso.
Una vez incorporados todos los ingredientes, lo dejaremos hervir, sin dejar de remover, durante unos 15 minutos. Rectificaremos de sal.
Añadiremos el azúcar al gusto.
La salsa debe de quedar espesa, aunque no demasiado, por lo que si fuese necesario, añadiríamos un poco más de caldo.
Lo serviremos caliente sobre el pollo hervido, espolvoreándolo con ajonjolí tostado.