Mousse de castañas con espuma de queso y salsa de membrillo
Si este postre lo elaboramos al otoño, aprovecharemos la temporada de castañas, pero si queremos hacerlo durante el resto del año, se venden en muchos comercios las castañas confitadas. No obstante vamos a dar todos los pasos, suponiendo que emplearemos castañas frescas de temporada. Vamos a hacer un postre, para chuparse los dedos.
Ingredientes
Para 4 personas
Para la mouse de castañas:
250 gr. de castañas peladas cocidas en almíbar o confitadas.
250 gr. de nata montada.
2 láminas de gelatina.
Para el almíbar de las castañas:
125 gr. de agua mineral.
125 gr. de azúcar.
1 cañón de vainilla.
Para la espuma de queso:
250 gr. de queso cremoso.
250 gr. de nata montada.
50 gr. de azúcar.
2 láminas de gelatina.
Para la salsa de membrillo:
50 gr. de carne de membrillo.
200 ml. de agua mineral.
Para el montaje:
4 moldes cilíndricos sin fondo.
una base fina de bizcocho.
4 tejas de almendra.
Elaboración
Para el mousse de castañas, una vez hayamos pelado las castañas, cocidas y retirada la telilla de estas, las pasaremos a un almíbar aromatizado, que habremos hecho con 125 gr. de agua mineral, 125 gr. de azúcar y 1 cañón de vainilla. Coceremos todo el conjunto unos 5 minutos, luego lo pasaremos por la batidora, hasta obtener una crema homogénea.
Si utilizamos castañas confitadas, las pasaremos por el pasapurés y para darle el punto cremoso le añadiremos un poco del almíbar del mismo bote de la conserva.
Una vez la crema esté lista, le añadiremos las láminas de gelatina, que hemos tenido en remojo en agua fría y la nata batida, mezclando bien todos los elementos. La reservaremos.
Para la espuma de queso, montaremos la nata con el azúcar.
Le añadiremos el queso, que previamente hemos batido para dejarlo cremoso.
Incorporaremos las hojas de gelatina, que hemos tenido en remojo en agua fría, mezclándolas bien. La reservaremos.
Para la salsa de membrillo, pondremos en un cazo a calentar el dulce de membrillo con el agua, hasta que este se haya ablandado, se nos formará una salsa viscosa, con más o menos agua, será lógicamente, más o menos viscosa.
Con unos moldes cilíndricos, los cuales nos servirán para montar el postre, cortaremos unos discos de bizcocho, que habremos hecho anteriormente (ver receta), de un grosor fino.
Un disco lo pondremos en el fondo de un molde, lo rellenaremos con el mousse de castañas hasta la mitad.
Pondremos otro disco de bizcocho encima, acabando de llenar el molde con la espuma de queso, alisando bien el molde con una espátula.
Los meteremos en la nevera, para que estén bien fríos y compactados.
Los desmoldaremos en el centro del plato ayudado con una puntilla y bañaremos cada unidad con la salsa de membrillo.