Sorprendente mousse en el que aportamos el dulzor de los dátiles. Un postre exquisito y con una bonita presentación. Un postre digno para presentar a la mesa para estas fiestas que se aproximan.
Ingredientes
30 dátiles grandes
1/2 l. de leche entera
3 cucharadas de leche bien fría
3 yemas de huevo
5 cucharadas soperas de azúcar
2 cucharadas soperas de maicena
1 cucharada rasa de harina de pastelería
1 palo de canela
1 clara de huevo
6 fresas (para acompañar)
hojas de menta (para adornar)
Elaboración
En un cazo, pondremos el 1/2 l. de l eche a cocer, junto con 3 cucharadas de azúcar y la canela.
En un bol, mezclaremos las yemas de huevo con el resto del azúcar, la maicena, la harina de pastelería y las 3 cucharadas de leche fría, removiéndolo, hasta que todo este bien disuelto y no hayan grumos.
Cuando la leche empiece a hervir, verteremos un poco en el bol, removiéndola rápidamente con una cuchara de madera, para que no cuajen las yemas y se nos hagan grumos.
Verteremos el contenido del bol al cazo con la leche, sin dejar de remover y sin que llegue a hervir la leche, para ello, lo coceremos a fuego lento. Lo pasaremos a un recipiente dejándolo enfriar.
Reservaremos 3 dátiles y el resto los pelaremos y retiraremos el hueso, poniéndolos en el vaso de la batidora.
Añadiremos un poco de la crema anterior y los batiremos, durante 5 minutos. Si fuera necesario, agregaríamos más crema, el resultado deberá ser de una mousse bien cremosa.
Incorporaremos la clara montada a punto de nieve firme, con delicadeza, de forma envolvente y de arriba abajo.
Rellenaremos con esta preparación unos moldes individuales y los reservaremos en la nevera, hasta el momento de servir.
Desmoldaremos las mousses sobre los platos de servir, pelaremos los dátiles reservados y los cortaremos en tiras largas, poniéndolas sobre las mousses. Los adornaremos con 1 fresa, cortada por la mitad, en cada una de ellas, y unas hojas de menta fresca.