Empieza la temporada de nísperos, aunque en la ciudad de Badalona, provincia de Barcelona los llaman, micacos. Es habitual que en muchos lugares de España se les cambie el nombre de sus productos. Es una forma de enriquecer el idioma. Estos nísperos, dulces y sabrosos los podemos degustar de diferentes formas, aunque frescos están deliciosos. No los tenemos que meter en el frigorífico, ya que se pondrían negros por dentro. Este mousse es una exquisitez, suave y cremoso, una delicia para el paladar.
Ingredientes
Para 4 personas
500 gr. de nísperos
100 gr. de azúcar
400 ml. de nata para montar
8 claras de huevo
6 láminas de gelatina
albahaca fresca
50 ml. de Kirsch
Elaboración
Ponemos a hidratar las láminas de gelatina en agua fría.
Limpiaremos los nísperos dejando solamente la pulpa, la trituramos, colamos y reservamos.
En una cacerola al fuego, pondremos el kirsch junto con el azúcar.
Incorporaremos el puré de níspero y cuando esté caliente, (no hirviendo) durante 5 minutos, e incorporaremos las hojas de gelatina fuera del fuego bien escurrido . Las disolveremos con la ayuda de unas varillas, lo colaremos y reservaremos en frío.
Montaremos la nata en un recipiente y la reservaremos.
En otro recipiente aparte, montaremos las claras de los huevos, hasta doblar el volumen y también las reservaremos.
Cuando la mezcla de gelatina y puré de níspero esté tibia, la mezclaremos con la nata y las claras montadas, delicadamente y de forma envolvente.
Rellenaremos con la mousse los moldes circulares individuales, los pondremos en una bandeja y los dejaremos enfriar en el frigorífico durante 6 horas.
Lo adornaremos con unas láminas finas de níspero y con unas hojas de albahaca fresca.