Otra receta de ostras, para aquellos que no les gusta consumirlas crudas. Muy original y sabrosas.
Ingredientes
72 ostras
1 l. de aceite de oliva
12 dientes de ajo
2 dl. de vino blanco seco
2 dl. de vinagre
3 hojas de laurel
10 granos de pimienta
pimienta negra molida
sal
Elaboración
Abrir las ostras, las sacamos de las conchas y las secamos con un paño limpio.
En una sartén con abundante aceite, freimos las ostras sin rebozar, ligeramente.
Retiramos parte del aceite y añadimos otro nuevo, para que todo tome el sabor de las ostras, cuidando de que no se queme el aceite.
Cuando estén fritas las ostras, las reservamos.
Colamos el aceite, volvemos a verterlo en una cazuela de barro y freimos los dientes de ajo, enteros y sin pelar.
Dejamos enfriar un poco el aceite , para que no nos salpique, y añadiremos el vino blanco, el vinagre, el laurel y los granos de pimienta, dejándolos cocer, hasta que el vinagre pierda el sabor a crudo.
Sazonamos con sal y pimienta negra en polvo y dejamos enfriar.
En un recipiente de barro, colocamos las ostras, las cubrimos con el escabeche frío y tapamos el recipiente.
Se pueden comer, si tenemos el recipiente bien cerrado, varios dias después (de 3 a 4).