Si queréis sorprender a vuestros invitados, presentarles a la mesa este excelente pan de payés, solo implica que trabajéis bien y con paciencia la masa, dejándola levar lo necesario . Esta receta es el resultado personal de esta elaboración. Me ha quedado un pan muy sabroso.
Ingredientes
500 gr. de harina.
25 gr. de levadura fresca.
10 gr. de sal.
300 gr. de agua mineral.
3 cucharadas de aceite de oliva
Elaboración
Diluiremos la levadura en el agua en el mismo recipiente donde empezaremos a mezclarla con la harina, removiendo con una cuchara.
Mezclaremos la harina con la sal y le añadiremos las cucharadas de aceite.
Iremos añadiendo la mezcla al recipiente con la levadura, removiéndolo con la cuchara y acabando con las manos.
Sobre una superficie enharinada, amasaremos, trabajando la masa durante unos 8 minutos.
Le daremos forma de bola y la pondremos en un bol enharinado, cubriendo el recipiente con papel film y la dejaremos levar durante 1 hora en un lugar templado. Yo lo he reservado en el interior del horno apagado.
Transcurrido ese tiempo, la volveremos a amasar, para eliminar el aire del levado, unos 3 a 4 minutos.
Le daremos ya la forma del pan y lo colocaremos sobre una placa de horno forrada con papel de hornear. Cubriremos la masa con un paño y la dejaremos levar otros 50 minutos, en el mismo lugar.
Pasado ese tiempo encenderemos, arriba y abajo, el horno a 250ºC., poniendo abajo una bandeja con agua, para humidificar el horno, dejándolo unos 10 minutos.
Mientras le haremos unos cortes con un cutex o un cuchillo muy afilado y para darle un aire más rústico lo espolvorearemos un poco con harina.
Introduciremos la bandeja en la zona media del horno, durante 20 minutos.
Transcurrido ese tiempo, retiraremos con mucho cuidado la bandeja con agua; bajaremos la temperatura a 225ºC. y lo dejaremos 30 minutos más.
A partir de los últimos 5 minutos, iremos controlando si el pan empieza a dorarse alargando de 5 en 5, hasta que lo veamos un poco dorado.
Para obtener una corteza más consistente, en la segunda parte de la cocción, con un pulverizador, rociaremos la superficie del pan unas 3 veces, de vez en cuando, hasta los últimos 5 minutos. A partir de entonces, no lo pulverizaremos más.
Retiraremos el pan del horno y lo dejaremos reposar durante 1 hora sobre una rejilla.