Un postre sencillo y muy aromatizado, muy apropiado para este tiempo otoñal. Procurad emplar un vino de calidad, os lo agradecerá vuestro paladar.
Ingredientes
4 panecillos
150 gr. de frambuesas
Para el vino especiado:
1 l. de vino negro joven
2 clavos de olor
1 rama de canela
1 piel de naranja
1 pellizco de pimienta blanca
170 gr. de azúcar
Para la nata especiada:
250 gr. de nata líquida
40 gr. de azúcar
1/2 pellizco de clavo de olor en polvo
1/2 pellizco de canela en polvo
1/2 pellizco de pimienta blanca en polvo
Elaboración
Para el vino especiado, ponemos el vino tinto, los clavos de olor, la canela en rama, la piel de la naranja, una pizca de pimienta blanca y el azúcar en un cazo y cuando empiece a hervir lo retiramos.
Dejamos reposar 24 h. para que se infusionen todos los ingredientes en el vino.
Para la nata especiada, montamos la nata líquida con la mezcla de azúcar, 1/2 pellizco de clavo de olor en polvo, 1/2 pellizco de canela en polvo y 1/2 pellizco de pimienta blanca en polvo.
Volvemos a calentar el vino.
Cortamos el panecillo en rebanadas, ponemos 3 o 4 dentro del vino caliente para que queden bien impregnadas.
Ponemos las rebanadas derechas en el plato y alrededor la sopa caliente de vino, unas frambuesas naturales y una linea de nata sobre el panecillo.
Podemos acabar la preparación espolvoreando con un poco de azúcar en grano.