La panna cotta, es un postre que tiene poca dificultad de elaborar. Nosotros, además la hemos querido aromatizar y darle más sabor, elaborándola con la vainilla de tan agradable sabor. La acompañaremos con la mermelada de lima. Si no disponemos de ella, se puede acompañar con otras que nos gusten.
Ingredientes
600 ml. de leche entera.
400 ml. nata líquida.
200 gr. de azúcar.
1 vaina de vainilla.
6 hojas de gelatina.
3 limas.
Elaboración
Abriremos la vaina de vainilla con la punta de un cuchillo y rasparemos su interior, para hacer saltar las semillas.
Pondremos en un cazo la leche, la nata líquida, 150 gr. de azúcar y la vainilla, bien raspada, calentándola en el fuego, hasta que arranque el hervor.
La retiraremos del fuego y tapada, la dejaremos infusionar durante 10 minutos. La colaremos y reservaremos.
Mientras, hemos tenido la gelatina hidratándose en un bol con agua fría.
Una vez hidratada, la escurriremos bien y la incorporaremos a la leche aromatizada, removiéndola bien, para que se disuelva.
La colaremos y verteremos directamente en los moldes individuales, que emplearemos para servir, reservándolos en el frigorífico.
Prepararemos la mermelada de lima, retirando la parte verde de la piel de las limas (eliminar sobretodo la piel blanca, puesto que nos amargaría), escaldándolas 3 veces, cambiando las 3 veces el agua y retirando las pieles, justo cuando arranque el hervor, reservándolas.
Exprimiremos el zumo a las limas, poniéndolo en un cazo con el resto del azúcar, a fuego lento, para que no se caramelice.
Justo al final, incorporaremos las pieles reservadas, dejándolas enfriar.
Serviremos la panna cotta de vainilla acompañada con la mermelada de lima.