Un postre verdaderamente exquisito, con una presentación muy vistosa. Podéis elaborarlo para algún aniversario o simplemente, para deleitar a vuestros invitados.
Ingredientes
80 gr, de avellanas tostadas.
150 gr. de chocolate negro troceado.
75 gr. de mantequilla.
125 gr. de azúcar extrafino.
4 huevos.
100 gr. de harina.
sal.
4 cucharadas de nata líquida.
Para decorar:
50 gr. de chocolate.
1 cucharada de azúcar glas.
1 cucharada de cacao en polvo.
20 gr. de avellanas tostadas.
Para acompañar:
200 gr. de nata.
Elaboración
Moleremos las avellanas tostadas y peladas en un robot de cocina, hasta reducirlas a polvo.
Calentaremos el chocolate con la mantequilla en un bol de cristal en el microondas, a la máxima potencia durante 1 1/2 minutos, hasta que se haya derretido casi del todo. Lo removemos y lo dejamos reposar, hasta que se haya derretido todo.
Reservaremos 1 cucharada del azúcar y meteremos el resto en un bol grande.
Añadiremos las yemas de huevo y las batiremos bien, hasta que queden esponjosas y del color del limón.
Incorporaremos la mezcla de chocolate, removiéndolo todo bien, seguida de la harina, la sal, las avellanas reducidas a polvo y la nata líquida. La mezcla debería adquirir una consistencia ligeramente firme.
Batiremos las claras de huevo a punto de nieve, poniéndoles una pizca de sal y el azúcar.
Incorporaremos una tercera parte de las claras montadas al chocolate, removiéndolo bien poco a poco, con una espátula, de forma envolvente.
Continuaremos añadiendo el resto de las claras montadas, removiéndolas bien, hasta que desaparezca todo rastro blanco.
Pasaremos la mezcla a un molde y la hornearemos en el horno, previamente calentado a 180ºC., durante unos 30 minutos, hasta que esté bien cocido por dentro. Lo dejaremos reposar y enfriar.
Para adornar el pastel, tostaremos 20 gr. de avellanas en una sartén sin aceite y las trituraremos un poco.
Calentaremos el chocolate en el microondas a potencia máxima unos 30 segundos y lo cortaremos en virutas ayudados de un pelador de verduras y lo reservaremos.
Desmoldamos el pastel colocándolo sobre un plato grande.
Tamizaremos por encima con azúcar glas y cacao, haciendo círculos, espolvoreando un poco.
Adornaremos el centro del pastel con unas avellanas tostadas y peladas y las avellanas trituradas alrededor.
Lo serviremos a temperatura ambiente acompañado de nata.