Un excelente entrante, de agradable sabor que nos proporcionará el queso Emmental, mezclado con las espinacas. Tiene poca dificultad y lo podemos preparar en cualquier época del año.
Ingredientes
Para 4 personas
Para la masa:
200 gr. de harina.
100 gr. de mantequilla.
sal.
agua minderal (la necesaria).
Para el relleno:
1 kg. de espinacas.
1 huevo.
125 ml. de crema de leche.
80 gr. de queso Emmental rallado.
sal.
pimienta negra molida
Elaboración
Tamizaremos la harina y le añadiremos la sal y la mantequilla cortada a trocitos. La trabajaremos con los dedos, para que coja una consistencia de sémola.
Le añadiremos el agua y la trabajaremos rápidamente.
Formaremos una bola y la dejaremos reposar, mientras preparamos el relleno.
Cortaremos los tallos grandes de las espinacas, desechándolos.
Lavaremos las hojas y las coceremos con un poco de agua con sal. Las escurriremos y trituraremos.
Batiremos el huevo junto con la crema de leche y el queso Emmental rallado, sazonándolo con sal y una pizca de pimienta negra.
Mezclaremos las espinacas trituradas con la mezcla anterior.
Estiraremos la pasta con el rodillo, dejándola a 1 cm. de grosor.
Forraremos con ella un molde de unos 20 cm. de diámetro untado con mantequilla, reservando la pasta que nos sobre, para decorar.
Pondremos encima una hoja de papel sulfurizado y sobre ésta, los garbanzos secos, para evitar que no suba la pasta.
Lo introduciremos en el horno precalentado a 220?°C. durante 10 minutos.
Lo sacaremos del horno, retirando los garbanzos y la hoja de papel sulfurizado.
Pondremos en su interior la crema anterior de espinacas.
Con la pasta sobrante, cortaremos unas tiras para adornar el pastel.
Bajaremos la temperatura a 180º C. introduciéndolo de nuevo en el horno, durante unos 25 minutos.
Servirlo de inmediato.