Para este pastel, para ahorrar tiempo, emplearemos pasta de hojaldre congelada. Después y una vez formada en el horno la rellenaremos con la jalea de grosella. Haremos un enrejado con las tiras de hojaldre que hemos hecho con la pasta sobrante, queda ndo un pastel muy bonito.
Ingredientes
Para 4 personas
200 gr. de pasta de hojaldre.
200 gr. de jalea de grosella.
1 yema de huevo.
1 cucharada de leche.
10 gr. de mantequilla.
200 gr. de nata montada.
Elaboración
Aplanaremos con un rodillo la pasta de hojaldre, hasta que quede un grosor de 0,5 cm.
Cortaremos un rectángulo de 25 x 18 cm.
Lo colocaremos en una placa de horno, untada con mantequilla.
Doblaremos todo el alrededor, formando un borde.
Pincharemos el fondo con un tenedor y lo introduciremos en el horno precalentado a 200º C. durante 12 minutos.
Mientras, con los recortes que nos han quedado de hojaldre, haremos tiras redondas, de menos de 1 cm. de diámetro.
Al retirar la plancha de hojaldre del horno, quitaremos la pasta que haya quedado cruda del fondo.
La rellenaremos con la jalea de grosella.
Formaremos con las tiras de hojaldre un enrejado por encima del pastel, poniendo otra tira en todo el alrededor del borde.
Pintaremos las tiras con la yema de huevo disuelta con 1 cucharada de leche.
La introduciremos de nuevo en el horno, durante 12 minutos más.
Serviremos el pastel de grosella, acompañado con nata montada.