Un plato sencillo, pero con una variedad de texturas y sabores muy agradables. Fácil de preparar y bastante económico. Para ello emplearemos unos contramuslos de pollo y unas verduras que cubriremos con un puré de patata.
Ingredientes
Para 4 personas
4 contramuslos de pollo, deshuesados, sin piel y cortados en dados
1 cucharada de aceite de girasol
1 cebolla
2 cucharadas de harina
450 ml. de caldo de pollo
2 cucharaditas de mostaza Dijon
1 zanahoria cortada en dados
750 gr. de patatas, peladas y cortadas en cuartos
150 gr. de calabacines cortados en dados
75 gr. de tirabeques cortados por la mitad
75 gr. de guisantes congelados
40 gr. de mantequilla
3 cucharadas de leche
75 gr. de queso Cheddar curado, rallado
sal
pimienta negra molida
Elaboración
Calentaremos el aceite de girasol en una cazuela. Añadiremos el pollo troceado, la cebolla troceada. Los freiremos durante 5 minutos, hasta que estén dorados.
Agregaremos la harina y, sin dejar de remover, verteremos el caldo de pollo poco a poco, llevándolo a ebullición.
Añadiremos la mostaza, la zanahoria y lo salpimentaremos. Taparemos la cazuela y la dejaremos cocer a fuego lento, durante unos 30 minutos.
Mientras, coceremos las patatas en agua con sal, hasta que estén tiernas (unos 15 a 20 minutos).
En una cazuela más pequeña, con agua hirviendo y un poco de sal, coceremos los calabacines, los tirabeques y los guisantes congelados, durante 3 minutos. Los escurriremos y reservaremos.
Colaremos las patatas y las haremos puré mezcladas con 2/3 partes de la mantequilla y toda la leche.
Salpimentaremos y mezclaremos con 2/3 partes del queso rallado.
Repartiremos en recipientes individuales la preparación de pollo, las verduras cocidas, repartiendo por encima el puré de patata.
Pondremos encima la mantequilla restante cortada en trocitos, y lo espolvorearemos con el resto del queso rallado.
Los introduciremos en el horno precalentado, para gratinarlos hasta que estén dorados. Servir de inmediato.