Uno de los más sabrosos pasteles de queso que podemos elaborar, partiendo de un excelente queso, como es el brie. Un poco laborioso, pero con un fantástico final muy apetitoso.
Ingredientes
Para 8 personas
500 gr. de queso Brie.
1 bote de leche condensada pequeño.
1 y 1/2 yogures.
1/2 limón (su zumo y la ralladura de su piel).
1 pizca de sal.
5 huevos frescos.
30 gr. de harina de maíz.
50 gr. de pasas sultanas.
2 cucharaditas de coñac.
Para decorar:
hojas de menta.
2 kiwis.
Elaboración
Maceraremos las pasas con el coñac.
En un bol grande, batiremos el queso Brie cortado en trocitos, junto con el yogur, las yemas de los huevos, la leche condensada, la ralladura de limón y su zumo y la harina de maíz.
Montaremos las claras a punto de nieve, con una pizca de sal, incorporándola a la crema anterior con delicadeza, con una cuchara de madera, de forma envolvente y de abajo arriba.
Escurriremos bien las pasas, las pasaremos por harina y las añadiremos al interior de la pasta.
Prepararemos un molde desmontable y que las paredes sean un poco altas.
Lo untaremos con mantequilla, forrando el fondo con un disco de papel de hornear, volviéndolo a untar.
Verteremos la pasta en el molde y lo introduciremos en el horno precalentado a 170º C., durante 1 hora.
Cuando esté listo, apagaremos el horno y dejaremos el pastel en él, 10 minutos más.
Lo dejaremos enfriar un poco y lo desmoldearemos, adornándolo con unas hojas de menta fresca y kiwis cortados en rodajas.