Esta receta, como que vamos a elaborarla en cualquier época del año, vamos a emplear boletus secos que hidrataremos para luego cocinarlos. Después los combinaremos con una excelente y suave paté que haremos con hígados de pollo.
Ingredientes
Para 4 personas
30 gr. de boletus deshidratados
200 ml. de agua mineral hirviendo
25 gr. de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla roja
230 gr. de hígados de pollo
2 dientes de ajo
3 ramitas de tomillo (solo las hojitas)
6 cucharadas de vino tinto de crianza
sal
pimienta negra molida
Para la capa de mantequilla
1/2 cebolla roja
hojitas de tomillo
75 gr, de mantequilla
Elaboración
Pondremos en remojo los boletus secos en un bol resistente al calor, cubriéndolos con agua hirviendo durante 15 minutos.
Mientras, calentaremos la mantequilla y el aceite de oliva en una sartén. Añadiremos la cebolla pelada y picada en trozos grandes, friéndola a fuegos suave, durante unos 15 a 20 minutos, hasta que esté tierna y transparente.
Pondremos los hígados de pollo en un colador grande. Los lavaremos con agua fría y los escurriremos bien.
Los cortaremos en trozos grandes eliminando las partes blancas del centro.
Los incorporaremos a la sartén con la cebolla con los ajos picados finos. Los freiremos durante unos 5 minutos.
Añadiremos las setas y el líquido del remojo, las hojas de tomillo, el vino tinto y un poco de sal y pimienta negra. Lo taparemos y dejaremos freír durante 5 minutos más. Lo dejaremos enfriar un poco.
Trituraremos al mezcla con un robot de cocina, hasta que no queden grumos.
Repartiremos en 4 tazones pequeños la preparación anterior, nivelando la superficie.
Repartiremos la cebolla roja cruda cortada en juliana fina por encima y las hojitas de tomillo sobre el paté.
En un cazo pequeño calentaremos la mantequilla.
Inclinaremos el cazo y con una cuchara repartiremos por encima la mantequilla transparente, deshechando la parte sólida del fondo del cazo.
Lo dejaremos enfriar durante unas 4 horas,hasta que esté firme.