A estas pechugas de pollo, para mejorar su sabor, vamos a cubrirlas, después de haberlas frito y cocido, con una salsa elaborada con mantequilla, nueces picadas, nata líquida y harina.
Ingredientes
Para 4 personas
4 pechugas de pollo.
100 gr. de nueces peladas.
125 gr. de mantequilla.
6 cucharadas de harina.
3 cucharadas de aceite de oliva.
1 vaso de caldo de carne. (200 ml.)
1 vaso de vino blanco seco. (200 ml.)
4 cucharadas de nata líquida.
sal.
pimienta negra.
Elaboración
Salpimentaremos las pechugas de pollo y las rebozaremos con 4 cucharadas de harina.
En una cacerola, pondremos a calentar 30 gr. de mantequilla junto con el aceite, dorando las pechugas rebozadas, por ambos lados.
Una vez doradas, añadiremos el vino blanco y el caldo de carne, dejándolo cocer, a fuego suave, durante 20 minutos.
Mientras, derretiremos 10 gr. de mantequilla en una sartén y doraremos las nueces peladas.
Las pasaremos por la picadora eléctrica.
Pondremos la mantequilla restante en un bol y la batiremos con una espátula de madera, hasta obtener una crema, mezclándola con las nueces picadas, la nata líquida y 1 cucharada de harina.
Escurriremos las pechugas, conservándolas en un plato, envueltas con papel de aluminio, para que no se enfríen ni se resequen.
Coceremos el jugo de la cocción, a fuego vivo, durante 5 minutos, rectificando de sal.
Verteremos la mezcla de mantequilla con nueces, removiéndola, hasta obtener una salsa lisa, algo espesa.
Pondremos las pechugas de pollo en una fuente de servir, cubriéndolas con la salsa.
Las serviremos bien calientes, pudiendo acompañarlas con arroz blanco, patatas al vapor o puré de patatas.