Esta receta la haremos con unas pechugas de pollo, que, una vez fritas las cubriremos con una salsa de champiñones hecha con el aporte del vino Marsala, dándonos un aroma especial. D espués las cubriremos con el queso Edam, acabándolas en el horno, para gratinarlas
Ingredientes
Para 4 personas
4 pechugas de pollo.
mantequilla.
6 cucharadas soperas de harina.
100 gr. de champiñones.
100 ml. de vino blanco seco.
3 cucharadas de vino de Marsala.
100 ml. de nata líquida.
4 rodajas de queso holandés Edam (75 gr.).
25 gr. de almendras tostadas fileteadas.
perejil.
sal.
pimienta negra molida.
Elaboración
Retiraremos la piel a las pechugas de pollo y las deshuesaremos.
Las salpimentaremos y rebozaremos en 4 cucharadas de harina.
Derretiremos la mantequilla en una sartén y doraremos las pechugas por fuera, quedando cocidas por dentro, a fuego suave, durante unos 20 minutos, dándoles vueltas varias veces.
Escurriremos las pechugas y las colocaremos en una bandeja de horno, cubriéndolas con papel de aluminio. Reservarlas.
Limpiaremos los champiñones y los cortaremos en láminas.
Los saltearemos en la sartén con la mantequilla sobrante.
Le agregaremos 2 cucharadas de harina, dejándolas saltear durante 1 minuto, sin dejar de remover.
Agregaremos el vino blanco, poco a poco y el vino Marsala, llevándolo a ebullición, sin parar de remover.
Añadiremos la nata líquida, calentándola, sin que llegue a hervir, sazonándola al gusto.
Retiraremos el papel de aluminio y verteremos esta salsa por encima de las pechugas.
Las cubriremos con las lonchas de queso Edam y las gratinaremos en el horno precalentado.
Finalmente las espolvorearemos con las almendras tostadas fileteadas y el perejil picado.
Servir de inmediato.