Un poco laboriosa, pero vale la pena elaborar esta receta de pollo, en la que el aporte de una mermelada muy especial de guindilla y jengibre, le dará un sabor al pollo muy original y sabroso
Ingredientes
4 pechugas de pollo deshuesadas
Para la mermelada de guindilla:
125 gr. de guindillas, sin corazón ni semillas, troceadas
1 diente de ajo majado
1 cebolla picada
1 trozo de jengibre de unos 5 cm., pelado y troceado
125 ml. de vinagre blanco
500 gr. de azúcar
Para acompañar:
tallarines de arroz
Para adornar:
hojas de cilantro fresco
Elaboración
Prepararemos la mermelada, poniendo en un cazo, las guindillas, el ajo, la cebolla y el jengibre.
Añadiremos el vinagre y el azúcar y lo levaremos a ebullición.
Bajaremos el fuego y lo dejaremos cocer a fuego lento, durante 15 minutos. La mezcla nos deberá quedar espesa y pegajosa, parecida a las mermeladas. A medida que se enfríe se volverá más espesa.
Mientras, calentaremos una plancha y cocinaremos las pechugas de pollo con la parte de la piel hacia abajo, unos 10 minutos. Les daremos la vuelta y las dejaremos 10 minuto más.
Serviremos las pechugas de pollo, que las podemos cortar en lonchas, poniéndolas sobre una cama de tallarines de arroz, con la mermelada de guindillas y jengibre por encima, decorado todo con las hojas de cilantro fresco.
Si nos ha sobrado mermelada, podemos reservarla en un recipiente hermético en la nevera, durante 1 semana, no más.