Deliciosa manera de preparar unas pechugas de pollo, las cuales vamos a marinar con el aceite de oliva, el zumo de limón y las hojas de salvia. Para acompañarlas, lo haremos con unas lentejas de Puy cocidas.
Ingredientes
Para 4 personas
4 pechugas de pollo sin piel y deshuesadas (unos 150 gr. aproximadamente, cada una)
5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas de zumo de limón
28 hojas de salvia pequeñas
3 cucharadas de mantequilla sin sal
sal
pimienta negra molida
Para acompañar:
lentajas de Puy cocidas (opcional)
Elaboración
Colocaremos las pechugas de pollo en un recipiente de cerámica plano, en una sola capa, vertiendo por encima 3 cucharadas de aceite de oliva y el zumo de limón, repartiendo por encima las hojas de salvia; daremos la vuelta a las pechugas, de manera que nos queden bien repartidas. Lo dejaremos marinar durante 30 minutos.
Retiraremos las pechugas de la marinada, reservando las hojas de salvia.
Secaremos con papel absorbente, dando golpecitos, las pechugas.
Colaremos la marinada en un bol pequeño.
En una sartén calentaremos la mantequilla y el resto del aceite de oliva.
Incorporaremos las pechugas de pollo y las cocinaremos, a fuego moderado, durante 10 minutos, hasta que nos quede dorado.
Le daremos la vuelta a las pechugas, las salpimentaremos y volveremos a repartir las hojas de salvia reservadas, dejándolas cocinar 10 minutos más. Las reservaremos en un recipiente, tapadas, manteniéndolas en caliente.
Desecharemos la grasa de la sartén y, sin dejar de remover calentaremos la marinada reservada, raspando el fondo de la sartén, dejándolo hervir, hasta obtener un glaseado marrón.
Serviremos las pechugas cortadas en filetes, sobre una cama de lentejas de Puy cocidas, vertiendo la marinada por encima, decorándolo con las hojas de salvia.