Aprovechando que es tiempo de níscalos (rovellones), bien los podemos comprar en el mercado o irlos a buscar nosotros mismos al monte, la hice ayer y quedó riquísima; también os tengo que decir que me enamoré de los púlpitos que tenían en mi pescadería, eran muy fresco y brillantes, parecían que los hubieran pulido con un tapo para sacarles brillo. No quedó nada en los platos, eso si, pan... hubo pan para rebañarlo je je je.
Ingredientes
16 pulpitos de playa medianos
2 cebollas grandes
2 tomates maduros grandes
500 gr. de níscalos
1 pimiento verde
tomillo
2 hojas de laurel
1 cucharadita de pimienta en grano
1 cucharadita de pimentón dulce
1 copa de brandy
100 ml. de vino blanco seco
aceite de oliva
sal
Elaboración
Picaremos las cebollas le pondremos un poco de sal, las incorporaremos en una cazuela tapadas a fuego lento con un poco de aceite de oliva y las dejaremos pocha durante 20 minutos.
En una sartén o cazuela grande con un poco de aceite de oliva pondremos los pulpitos limpios a cocer durante 30 minutos a fuego suave con una hoja de laurel. Los taparemos para que vayan soltando el agua. Pasado ese tiempo los salaremos y reservaremos. No tiraremos el agua que pueda quedar.
Rallaremos los tomates, le pondremos un poco de azúcar y una vez esté la cebolla lo incorporaremos.
Cortaremos el pimiento verde a daditos y también lo incorporaremos al sofrito junto con el pimentón dulce, la pimienta en grano, la hoja de laurel y el tomillo hasta que reduzca.
Verteremos la copa de brandy, dejaremos 3 minutos para que se evapore el alcohol y le añadiremos los níscalos limpios y cortados en trozos grandes.
Añadiremos los pulpitos que teníamos reservados junto con el agua de su cocción.
Verteremos también el vino blanco seco y dejaremos evaporar el alcohol.
Coceremos todo junto dándole unas vueltas para que se vayan incorporando todos los sabores, durante 5 minutos.
Los dejaremos reposar por lo menos 1 h.. Es mejor hacer esta receta el día anterior para que esté más sabrosa.