La salsa harissa, es muy común en los países norteafricanos. Se emplea para añadir o acompañar a otras elaboraciones. Se hace a base de pimientos rojos, guindillas, ajo, además del aroma del comino, el cilantro fresco y la hierba buena, teniendo una salsa picante muy popular . También se encuentra en el mercado envasada.
Ingredientes
Para 1 bote
4 pimientos rojos
150 gr. de guindillas rojas
12 dientes de ajo
1 cucharada de cominos molidos
1 cucharada de cilantro molido
1 cucharada de hierba buena
1 cucharadita de semillas de alcaravea (comino de prado)
1/2 cucharadita de sal
150 ml. de aceite de oliva extra virgen
Elaboración
Cortaremos longitudinalmente las guindillas, en trozos. Los dejaremos en remojo en agua durante 1 hora.
Asaremos los pimientos en el horno o en el fuego directamente. Los dejaremos enfriar un poco. Los pelaremos y retiraremos las semillas.
Los cortaremos igual que las guindillas.
Pelaremos y picaremos los dientes de ajo.
En una sartén, sin aceite, tostaremos las semillas de alcaravea, hasta que empiecen a desprender su aroma.
Escurriremos las guindillas, introduciéndolas en el vaso de la batidora o del robot de cocina. Las trituraremos.
Agregaremos el comino molido, el cilantro molido, la hierba buena y las semillas tostadas, triturándolo todo, hasta obtener una pasta compacta.
Verteremos la pasta en un bote esterilizado y lo cubriremos con el aceite de oliva virgen extra.
Cerraremos el bote y lo dejaremos reposar unas 12 horas antes de consumirla.
En la nevera nos puede aguantar hasta 6 meses, por ello le pondremos una etiqueta al bote con la fecha de caducidad o de envasado.