Seguimos en verano y un plato que no puede faltar son las sardinas en escabeche. Siempre están a punto, solo hace falta meter la mano en el frigorífico y sacar un par de ellas como aperitivo. Están mejor si se dejan reposar 2 o 3 días y duran una semana en el frigo. ¡Eso sí llegan!
Ingredientes
Para 4 personas
1 kg. de sardinas frescas
150 ml. de aceite de oliva
130 ml. de vinagre de vino
250 ml. de agua mineral
1 cabeza de ajos
2 zanahorias
4 cucharadas soperas de pimentón dulce
3 hojas de laurel
1 ramita de tomillo
pimienta negra en grano
sal
harina de trigo para rebozar
aceite de oliva para freír
Elaboración
Le quitaremos la cabeza, las tripas y las lavaremos muy bien procurando que no quede ninguna escama. Dejaremos que se escurran bien.
En una cazuela ancha pondremos el aceite de oliva, el vinagre, el agua, las hojas de laurel y la cabeza entera de ajos a los que habremos quitado la primera piel.
Añadiremos el pimentón dulce , la sal, la ramita de tomillo, los granos de pimienta negra. Lo removeremos para que se integre todo.
Salaremos las sardinas y las rebozaremos con harina, procurando quitarles el exceso de harina.
Pondremos una sartén en el fuego con aceite de oliva y las iremos friendo ligeramente.
Las iremos depositando en la cazuela que tenemos todos los demás ingredientes.
Encenderemos el fuego y cuando empiece a hervir bajaremos el fuego y las cocinaremos haciendo un chup-chup durante 10 minutos.
Si vemos que se nos quedan sin caldo, le podremos añadir un poco más de agua.
Las retiraremos del fuego y las dejaremos enfriar en la misma cazuela a temperatura ambiente.
Una vez frías las pondremos en un recipiente de vidrio o de plástico tapado en la nevera.
Aunque las podemos comer cuando estén frías, es recomendable que reposen durante 2 o 3 días. Las podemos ir comiendo durante una semana, ya que el aceite y el vinagre son unos conservantes naturales.