Para esta receta debemos tener cuidado a la hora de montar el relleno en las sardinas, ya que disponemos de poco espacio. A pesar de ello, tenemos un sabor diferente, al mezclar su carne con el relleno de las espinacas y el huevo duro.
Ingredientes
Para 4 personas
1 kg. de sardinas.
100 gr. de espinacas congeladas.
2 huevos duros.
sal.
pimienta negra.
mantequilla.
pan rallado.
Para la salsa de tomate fresco:
4 tomates rojos carnosos.
4 cucharadas de aceite de oliva.
2 cucharadas de vinagre de jerez.
albahaca fresca.
Elaboración
Rallaremos los tomates y los mezclaremos con el aceite de oliva, el vinagre y la albahaca trinchada fina, dejándola macerar en la nevera, unas 3 horas.
Coceremos las espinacas congeladas, siguiendo las instrucciones del envase.
Las escurriremos bien y las rehogaremos en una sartén con mantequilla, salpimentándolas y mezclándolas con los huevos duros picados.
Limpiaremos las sardinas, las abriremos, retirándoles las cabezas y las espinas centrales, sazonándolas con sal.
Pondremos un poco de la mezcla anterior, en el interior de las sardinas, las cerraremos y colocaremos sobre una bandeja de horno.
Precalentaremos el horno a 200ºC.
Cubriremos las sardinas con la salsa de tomate, las espolvorearemos con pan rallado y las coceremos en el horno, durante 20 minutos.
Servir calientes.