Preparemos estas brochetas, siguiendo los paso de una receta tailandesa. Las haremos de pollo, empleando unas pechugas que pondremos a macerar con varios ingredientes.
Ingredientes
Para 4 personas
4 pechugas de pollo, sin piel y deshuesadas
2 dientes de ajo
1 trozo de jengibre de unos 4 cm.
2 cucharadas de salsa de soja clara
2 cucharadas de zumo de limón
1 cucharada de aceite de girasol
2 escalonias
1 diente de ajo picado fino
1 guindilla picante tailandesa pequeña
1 trozo de jengibre de unos 2,5 cm.
4 cucharadas de manteca de cacahuete crujiente
200 ml. de leche de coco
2 cucharaditas de salsa de pescado
1 cucharadita de salsa de soja clara
Para acompañar:
arroz blanco hervido
1 lima
1 ensalada tailandesa de pepino (ver receta)
Elaboración
Cortaremos las pechugas de pollo en filetes finos.
En un recipiente, mezclaremos los filetes de pechuga con los 2 dientes de ajo picados finos, el trozo de 4 cm. de jengibre, pelado y rallado, las 2 cucharadas de salsa de soja clara y el zumo de limón, dejándolos macerar, durante 30 minutos.
Mientras, en una cacerola pequeña con aceite de girasol, pocharemos las escalonias picadas finas, a fuego lento, hasta que estén tiernas y transparentes, durante unos 20 minutos.
Añadiremos el otro diente de ajo, pelado y picado fino, la guindilla tailandesa cortada en rodajas finas y el otro trozo de jengibre, pelado y rallado, cocinándolos durante 1 minuto, antes de añadir todos los ingredientes restantes (la manteca de cacahuete crujiente, leche de coco, salsa de pescado, la cucharadita de salsa de soja clara), dejándolos cocer, a fuego lento, durante 5 minutos más.
En unas brochetas metálicas, ensartaremos los filetes de pechuga macerados, doblados en zigzag.
Las asaremos bajo el grill del horno precalentado, dándoles vueltas varias veces, para que se doren por todos los lados, durante 10 a 15 minutos.
Las acompañaremos con arroz blanco cocido, unos gajos de lima, la salsa anterior en una salsera y una ensalada tailandesa de pepino (ver receta).