Este delicioso postre es de origen portugués. La dificultad que tiene, es que debemos estar observando la cocción en el horno, hasta que aparecen las fendas, que son una grietas que se forman cuando empieza a estar hecho. Un sabor muy agradable proporcionado por la canela.
Ingredientes
Para 4 personas
750 ml. de leche
1 corteza de 1/2 limón
1 rama de canela
90 gr. de harina
1 cucharadita de sal
9 huevos
300 gr. de azúcar
20 gr. de mantequilla
2 cucharadas de canela en polvo
Elaboración
Precalentaremos el horno a 220º C.
Herviremos la leche en un cazo, con la cáscara de 1/2 limón y la rama de canela. Dejarlo enfriar.
Disolveremos la harina y la sal en la leche, cuando esté fría.
Batiremos las yemas de huevo, junto con el azúcar, hasta obtener una crema, agregándola a la leche, sin dejar de remover, debiendo quedar una mezcla homogénea y sin grumos.
Pondremos el preparado al fuego, dejándolo espesar, sin dejar de remover, para que no se hagan grumos.
Cuando al remover veamos el fondo del recipiente, nos quedará como una natilla pastosa, retirándola del fuego y dejándola enfriar.
Batiremos las claras a punto de nieve y las incorporaremos cuidadosamente, de forma envolvente, de abajo arriba, al preparado anterior.
Untaremos un plato de barro o loza con la mantequilla, vertiendo el preparado anterior en él.
Con una cuchara grande, lo cogeremos y colocaremos en el plato, en montoncitos, espolvoreándolos por encima con la canela.
Introduciremos la ser icá en el horno, hasta abrir fendas, (las fendas son como grietas que se abren al subir el preparado en el horno).
Se sirve frío.