La gracia de esta sopa de tomate, radica en la flor de huevo. Se trata
de unos hilos de huevo, que hemos obtenido bati endo los huevos con
aceite de sésamo, y que trazaremos encima de la sopa. Como el huevo es
más espeso, los hilos no se mezclarán con el líquido. Esto hace que la
sopa se mantenga clara y las flores aparezcan en la superficie.
Deliciosa y gratificante.Un consejo, emplead siempre agua mineral.
Ingredientes
Para el caldo de pollo:
1 carcasa de pollo
1 muslo de pollo (cortado a trozos)
1,5 l. de agua mineral
1 cebolla tierna
1 diente de ajo
2 rodajas de jengibre de 0,5 cm. de largo
Para la sopa de tomate:
1 cebollita verdeo
250 gr. de tomates rojos, maduros y firmes
1 cucharada de soja
sal
Para la flor de huevo:
2 huevos
1/2 cucharadita de aceite de sésamo
Elaboración
Preparemos el caldo de pollo, poniendo en una olla grande, los huesos y el muslo de pollo. Verteremos el agua, dejándolo cocer, a fuego suave, espumándolo las veces que sean necesarias, para que nos quede un caldo limpio de impurezas.
Cortaremos la cebolla tierna en 4 gajos, deshechando la parte verde, reservándola.
Sin pelarlo, aplastaremos el diente de ajo con la hoja de un cuchillo, para romperlo ligeramente, reservándolo también.
Incorporaremos a la olla, el jengibre, los trozos de cebolla tierna y el diente de ajo aplastado. Lo dejaremos hervir a fuego suave, un mínimo de 2 horas.
Pasaremos el caldo por un colador, lo más fino posible. Nos debe quedar muy limpio y claro. Una vez frío, lo reservaremos en el frigorífico de 2 a 3 horas.
Prepararemos la sopa de tomate, limpiando primero la cebollita de verdeo, y la picaremos, solo la parte blanca, finamente, reservándola.
Cortaremos en rodajas muy finas la parte verde, que las reservaremos para la decoración.
Con un cuchillo fino, les haremos unos cortes en forma de cruz a los tomates y los escaldaremos en agua hirviendo, durante unos segundos, para pelarlos más facilmente. Los pelarenmos y eliminaremos las semillas.
Cortaremos los tomates en dados regulares de unos 2 cm., reservándolos.
Sacaremos el caldo del frigorífico y retiraremos la capa de grasa que se haya formado en la superficie. Una vez desengrasado lo pasaremos a una olla limpia, poniéndola al fuego y llevándola a ebullición.
Verteremos la cucharada de salsa de soja y la sazonaremos al gusto.
Incorporaremos a la olla los dados de tomate, bajaremos el fuego, a fuego suave, para que no se deshaga el tomate, dejándolo cocer unos 5 minutos.
Añadiremos la cebollita de verdeo picada, dejándolo que siga hirviendo, sin revolver, unos 7 minutos más.
Mientras, iremos preparando la flor de huevo, batiendo los huevos en 1 bol, mezclándolos con la cucharadita de aceite de sésamo, vertiendo la preparación en una jarrita.
Incorporaremos el huevo lentamente, dejando caer un hilillo, moviendo la jarrita en sentido rotatorio, para que no se concentre en un solo punto, mientras la sopa hierve a fuego suave.
Con la ayuda de 1 cuchara de madera, y sin revolver, separaremos los hilos que se vayan formando, pa ra que no se pegen los unos con los otros.
Retiraremos la sopa del fuego, en cuanto hayamos incorporado todo el huevo.
Repartiremos la sopa en boles o en platos, decorándolos con las rodajitas de cebollita resevadas, servir bien caliente.