Sopa fría de fresas con crujiente de queso parmesano
Una receta que podemos guardarla para temporadas de calor, aunque podemos consumir esta sopa, en cualquier día del año, siempre que tengamos fresas, que gracias a la globalización, las tenemos casi todo el año. Además irá acompañada con un crujiente muy sabroso de queso.
Ingredientes
Para 4 personas
1 cebolleta tierna
2 cucharadas de almendras crudas peladas
vinagre
1 kg. de tomates maduros
200 gr. de fresas
8 hojitas de albahaca
1/2 cucharadita de comino molido
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta rosa
Para el crujiente de queso parmesano
100 gr. de queso parmesano curado
2 cucharaditas de pan rallado
Elaboración
Cortaremos la cebolleta en juliana fina y la pondremos en una vasija cubierta con vinagre y agua mineral que la cubra, dejándola en remojo durante 90 minutos.
Reservaremos 12 fresas y picaremos el resto.
Pelaremos los tomates y los trituraremos con las fresas, las almendras crudas y peladas, la mitad de las hojitas de albahaca, el comino, la cebolleta escurrida, 100 ml. de aceite de oliva, pimienta rosa y sal.
Lo pasaremos por un colador, reservando la sopa en la nevera, para que se enfríe.
Prepararemos el crujiente de queso, rallando el queso y mezclándolo con el pan rallado.
Sobre una hoja de papel parafinado extenderemos una capa fina de esta mezcla. La introduciremos en el horno precalentado a 180ºC. durante 5 minutos.
Verteremos la sopa fría de tomate en platos hondos y sobre ésta, pondremos las fresas reservadas, 1 chorrito de aceite de oliva, el crujiente de queso y el resto de la albahaca picada.