Delicioso y refrescante sorbete. Tanto lo pueden tomar los niños como las personas adultas. Es ideal para tomar entre horas, sobre todo por las tardes de verano en los que nos apetece algo muy..muy.. frío. También combina en el postre, para ayudar a digerir la comida y no tener esa sensación de pesadez.
Ingredientes
500 ml. de zumo de limón.
750 ml. de agua mineral.
300 gr. de azúcar.
1 cucharada de corteza de limón rallada.
3 claras de huevo.
Elaboración
Pondremos en el fuego un cazo con el agua, el azúcar y la piel de limón rallada. La dejaremos hervir 8 minutos, pasado este tiempo la retiraremos del fuego y la dejaremos enfriar.
Ya frío, lo pondremos en un vol y le añadiremos el zumo de limón. Lo taparemos con papel film y lo meteremos en el congelador.
Transcurrido una hora montaremos las claras de huevo a punto de nieve.
Sacaremos el sorbete del congelador e iremos incorporando las claras, con mucha delicadeza y movimientos envolventes. Volveremos a meter en el congelador.
Volveremos a sacarlo transcurrida otra hora y lo iremos raspando con un tenedor o unas varillas.
Este procedimiento lo tenemos que ir haciendo durante otra hora, hasta que nos quede la textura de sorbete. Eso dependerá lo fuerte que tengamos el congelador.