Aunque lo normal es que los soufflés se hagan al horno, esta vez vamos a elaborarlo enfriando la elaboración en la nevera. Como sol,o emplearemos las claras de los huevos, las yemas podemos congelarlas para otra elaboración. Lo haremos con las fresas que mezclaremos con la gelatina, para que se haga cuerpo.
Ingredientes
900 gr. de fresones.
25 gr. de gelatina.
250 gr. de azúcar.
2 limones (su zumo).
4 huevos (sus claras).
300 gr. de nata para montar.
100 gr. de nata montada para decorar.
Elaboración
Forraremos un molde de 18 cm. de diámetro con una doble hoja de papel engrasado, comprobando que sobresalga el papel un mínimo de 5 cm. del borde del molde. Lo cerraremos con un cordel o una cinta adhesiva.
Limpiaremos los fresones, reservando algunos para decorar, el resto los trituraremos con la batidora hasta obtener un puré.
Remojaremos la gelatina en 4 cucharadas de agua.
La pondremos en un cazo junto con el zumo de los limones y 175 gr. de azúcar.
Incorporaremos la mitad del puré de fresones, calentándolo a fuego suave, hasta que la gelatina se derrita, procurando que no hierva.
Agregaremos el resto del puré, mezclándolo bien, dejándolo enfriar hasta que la mezcla espese.
Mientras, batiremos las claras de huevo.
Añadiremos el resto del azúcar y batiremos de nuevo.
Montaremos la crema de leche.
Mezclaremos las claras montadas y la crema de leche montada, al puré anterior, esponjándolas.
Verteremos la mezcla en el molde forrado anterior y la dejaremos en la nevera durante un mínimo de 5 horas, hasta que haya cuajado bien.
Cuando vayamos a servirlo, pasaremos la hoja de un cuchillo por el borde del papel para separarlo.
Adornaremos el soufflé con la nata montada y los fresones reservados cortados por la mitad.