Preciosa y deliciosa tarta de ciruelas. Aprovecharemos de que las acabamos de recolectar, para su elaboración. Además el bizcocho podemos hacerlo nosotros o bien comprarlo hecho. Mejor so lo hacemos nosotros, ya que será recién hecho y con los sabores que queramos.
Ingredientes
Para 6 personas
1 bizcocho redondo.
500 gr. de ciruelas.
3 huevos.
250 gr. de queso fresco.
120 gr. de azúcar.
1 vasito de licor kirsch.
250 gr. de nata para montar.
9 cucharadas de queso suave y cremoso.
1 sobre de gelatina en polvo.
9 cucharadas de agua mineral.
20 pistachos pelados
Elaboración
Batiremos las yemas de huevo con el queso fresco y el azúcar, hasta obtener una masa homogénea.
Sin dejar de batir agregaremos el licor.
Diluiremos la gelatina en 9 cucharadas de agua mineral, al baño María, agregándola a la masa anterior, para que se endurezca.
Forraremos un molde redondo desmontable, con 1 lámina de papel film.
Cortaremos horizontalmente el bizcocho en 3 capas, forrando con una de ellas el fondo del molde.
Montaremos las claras de huevo a punto de nieve y las agregaremos a la masa anterior de queso, con delicadeza, de forma envolvente y de abajo arriba.
Verteremos la mitad de la masa anterior sobre la capa de bizcocho.
Lavaremos y secaremos las ciruelas y después las cortaremos en gajos, eliminando los huesos, colocando 1 capa de éstos sobre la capa de queso, cubriéndola con otra capa de bizcocho.
Formaremos otra capa con el resto de la masa de queso y por último, pondremos la tercera capa de bizcocho.
Introduciremos el molde en la nevera, para que se endurezca.
Una vez fuera de la nevera, volcaremos el molde y retiraremos la lámina de papel film.
Montaremos la nata con el queso suave, decorando la superficie de la tarta con ella y poniendo más trozos de ciruela.
Con la nata restante, la pondremos en una manga pastelera con la boquilla de estrella, formando rosetones alrededor de la tarta y en el centro, decorándolos con pistachos pelados.