Un poco entretenido, pero vale la pena. Haremos esta bonita tarta, en la que emplearemos las fresas, nata y merengue para su elaboración. Un postre muy exquisito, aque aprovecharemos en cuanto hayan fresas en el mercado.
Ingredientes
Para 4 personas
80 gr. de mantequilla
100 gr. de harina
100 ml. de leche
2 huevos
100 gr. de azúcar
200 ml. de nata para montar
150 gr. de queso Mascarpone
16 gr. de azúcar en polvo
15 ml. de Kirsch
20 fresas
1 pellizco de sal
Elaboración
Ablandaremos la mantequilla y la mezclaremos con la harina y el azúcar.
Añadiremos, poco a poco, la leche a la mezcla anterior, removiéndolo bien, de modo que la mezcla no quede grumosa.
Incorporaremos las yemas de huevo a la mezcla.
Montaremos las claras de huevo a punto de nieve, con 1 pellizco de sal, para hacer el merengue.
Incorporaremos, poco a poco, el merengue a la mezcla anterior, con mucha delicadeza, de forma envolvente y de abajo arriba.
Extenderemos la preparación sobre un molde, de 15 cm. de grosor, poniéndolo al baño María en el horno precalentado a 180ºC., durante aproximadamente 35 minutos.
Después de que el bizcocho este frío, lo cortaremos en 2 o 3 trozos redondos, horizontalmente.
Empaparemos un poco el centro del bizcocho con el kirsch.
Prepararemos la crema, añadiendo el azúcar en polvo al queso Mascarpone.
Montaremos la nata muy bien, agregándole, poco a poco, el Mascarpone, hasta que coja consistencia. Debemos procurar no dejar grumos.
Colocaremos 1 hoja de bizcocho como base y extenderemos parte de la mezcla de la nata, sobre él.
Cortaremos la mayoría de las fresas por la mitad, colocándolas de forma decorativa, sobre la nata espesa.
Repetiremos el mismo proceso, si tenemos 2 pisos.
Lo cubriremos con el último disco de bizcocho, extendiendo la crema espesa, uniformemente.
Colocaremos las fresas restantes, también de modo decorativo.