Normalmente hacemos estas tortillas, solo con los níscalos, pero si le aportamos más sabor, añadiendo un poco de buen jamón serrano y lo aromatizamos con el ajo y el perejil, veréis que sabrosa nos queda. Estas tortillas las podemos consumir calientes o frías. Yo generalmente me dejo un trozo para el desayuno del día siguiente, eso sí, guardada en la nevera.
Ingredientes
Para 4 personas:
500 gr. de níscalos (rovellones)
50 gr. de jamón serrano picado
2 dientes de ajo
1 ramito de perejil
30 ml. de aceite de oliva virgen
7 huevos
sal
pimienta negra
Elaboración
En una sartén con aceite de oliva virgen, freiremos los níscalos, limpios y troceados, a fuego suave, sazonándolos con sal, tapando la sartén.
Cuando empiecen a hervir, irán soltando el líquido que los cubrirá totalmente y en este preciso momento, agregaremos el picadillo de jamón serrano y el picadillo de ajo y perejil, dejando que se vaya consumiendo el líquido (siempre con la sartén tapada y dándole vueltas de vez en cuando a las setas, para que se cocinen por todos los lados y no se peguen al fondo de la sartén).
Una vez consumido todo el líquido, batiremos los huevos, salpimentándolos, incorporando el preparado de la sartén, mezclándolo bien.
Haremos la tortilla, cuajándola por ambos lados, como si se tratara de cualquier otra tortilla.