Un estilo muy peculiar de como cocinar unas truchas, pescado que podemos consumir todo el año, gracias a las piscifactorías. En principio, cortaremos las truchas en rodajas, que sumergiremos en vinagre un rato. Después las guisaremos con algunas hierbas, zanahoria, crema de leche y aceitunas negras sin hueso, todo ello regado con vino blanco y coñac.
Ingredientes
Para 4 personas
4 truchas.
3 zanahorias.
250 ml. de vino blanco seco.
12 aceitunas negras sin hueso.
200 ml. de crema de leche fresca.
1 cucharada de coñac.
vinagre blanco.
1 hoja de laurel.
tomillo.
perejil.
pimienta de Cayena.
sal.
Elaboración
Limpiaremos las truchas, las cortaremos en rodajas y las dejaremos en remojo en el vinagre, que nos queden cubiertas, durante 30 minutos.
En una cazuela, pondremos las zanahorias picadas, las cebollas cortadas en rodajas, un poco de tomillo, la hoja de laurel, el perejil y una pizca de pimienta de Cayena.
Agregaremos los trozos de pescado, bien secados con papel absorbente, rociándolos con 200 ml. de vino blanco. Taparemos la cazuela, dejándola cocer, a fuego vivo, durante unos 15 minutos.
Transcurrido ese tiempo, colocaremos los trozos de trucha en una fuente de horno.
Colaremos la salsa y añadiremos el resto del vino blanco, las aceitunas negras deshuesadas, la crema de leche y la cucharada de coñac, mezclándolo todo muy bien.
Rociaremos los trozos de trucha con la salsa anterior e introduciremos la fuente en el horno precalentado, para gratinarlo, hasta que tome un color dorado.
Servir caliente.