Una de las partes más sabrosas y melosas de la ternera, es la del zancarrón o morcillo, como suele llamarse, a que contiene pocas grasas. Lo guisaremos junto con unas verduritas y con vino tinto, al que hemos estado macerando antes unos frutos secos. Un excelente plato para los que disfrutamos de este tipo de carnes.
Ingredientes
Para 4 personas
1 kg. de zancarrón de ternera (morcillo).
300 gr. de cebollas.
300 gr. de zanahorias.
250 gr. de tomates maduros.
mantequilla.
aceite de oliva.
50 gr. de pasas.
100 gr. de ciruelas.
100 gr. de dátiles.
100 gr. de piñones
50 gr. de azúcar
3/4 l. de vino tinto
Elaboración
Pondremos a macerar con el vino tinto los frutos secos (ciruelas, pasas y dátiles) durante 12 horas.
Limpiaremos el zancarrón de grasa y nervios.
Lo cortaremos en forma de nuez de unos 80 gr. Lo ataremos y sazonaremos con sal y pimienta blanca.
Saltearemos el zancarrón en una sartén con aceite de oliva, sellándolo por todos los lados.
Lo introduciremos en el horno precalentado a 220?°C., espolvoreado con el azúcar, durante unos 50 a 60 minutos.
Cortaremos las verduras en daditos y las saltearemos también en una sartén con mantequilla, para que pierdan el agua.
Incorporaremos el zancarrón, una vez que la verdura esté rendida.
Añadiremos al conjunto el vino tinto en el que previamente hemos tenido macerando los frutos secos durante 12 horas.
Una vez tierno el zancarrón, lo retiraremos, y desgrasaremos el resto y lo pasaremos por un chino.
Desataremos el zancarrón.
Añadiremos los frutos secos y lo cubriremos con la salsa, dejando cocer el conjunto unos 5 minutos más.
Lo serviremos en plato trinchero caliente, utilizando los frutos secos como guarnición y los piñones por encima.