Limpiaremos las hierbas aromáticas con un papel de celulosa, pero sin lavarlas.
Las machacaremos ligeramente en un mortero y las introduciremos en un tarro de boca ancha, previamente hervido y seco, espolvoreándolas con la sal a medida que las vayamos colocando.
Llenaremos así 3/4 partes del tarro. Agregaremos el aceite de oliva de manera que sobrepase las hierbas unos 2 o 3 cm. y lo taparemos herméticamente.
Reservarlo en un lugar resguardado, durante 3 semanas.
Transcurrido es tiempo lo filtraremos y colocaremos en una botella limpia poniéndole alguna ramita dentro.
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