1.- Primero prepararemos la masa, para sellar la cacerola, mezclando la harina con 4 cucharadas de agua, hasta obtener una mezcla manejable. La enrollaremos dándole forma alargada, que sea unos 3 cm. más larga que la longitud de la circunferencia de la cacerola que vamos a emplear. La taparemos con un paño húmedo, hasta el momento de hacerla servir.
2.- Pondremos los 40 dientes de ajo, pelados y enteros, en una cacerola grande ovalada honda con tapa, resistente al fuego, que nos quepa el pollo holgadamente. Añadiremos el aceite de oliva o la mantequilla, la mitad de la sal y la mitad de la pimienta negra molida.
3.- Verteremos todo el vino.
4.- Untaremos el pollo con el resto del aceite o de la mantequilla, espolvoreándolo con el resto de sal y pimienta.
5.- Insertaremos en el interior del pollo el ramillete de laurel y lo introduciremos en la cacerola.
6.- Sellaremos con los dedos con la masa anterior, los bordes de la cacerola. La pondremos al fuego vivo y la llevaremos a ebullición, durante unos 15 minutos.
7.- A continuación encastraremos la tapa de la cacerola en la masa para sellarla.
8.- Introduciremos la cacerola en el horno precalentado a 190ºC. durante 90 minutos.
9.- Sacaremos la cacerola del horno, romperemos el sello y la destaparemos.
10.- La introduciremos de nuevo en el horno, a la misma temperatuta y lo dejaremos otros 15 a 20 minutos, hasta que el pollo esté dorado y desprenda su aroma.
11.- Para servirlo, lo trincharemos y lo podemos acompañar de rebanadas de pan frito restregadas con ajo.
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