Pelaremos las cebollas y las picaremos.
Fundiremos la mantequilla en una sartén grande y rehogaremos en ella la cebolla, a fuego lento, hasta que empiece a tomar color. Agregaremos el arroz, removiéndolo unos instantes. Verteremos el vino blanco, dejándolo hervir, hasta que quede absorbido, removiéndolo contínuamente, para que no se pegue el arroz.
Verteremos 1/4 l. de caldo caliente de pollo, dejándolo cocer, a fuego moderado, removiéndolo de vez en cuando, hasta que el caldo quede absorbido. Seguiremos agregando caldo, de cuarto en cuarto, hasta el final, es decir, hasta que se haya absorbido todo el líquido y el arroz esté en su punto, sin dejar de remover de vez en cuando, para que no se peguen los granos de arroz.
Espolvorearemos el arroz con el queso parmesano rallado, salpimentándolo ligeramente.
Servir de inmediato.
Nuestra selección de vinos:
Solo es una cuestión de gustos...
«Para conservar la salud y cobrarla si se pierde, conviene alargar en todo y en todas maneras el uso del beber vino, por ser, con moderación, el mejor vehículo del alimento y la más eficaz medicina» Don Francisco de Quevedo y Villegas.
TE ESPERAMOS PARA COMER
Regístrate y podrás crear listas de tus recetas favoritas y compartirlas con tus amigos.
Sigue a diferentes grupos y cada lunes recibirás las recetas recomendadas para la semana.