Pondremos en un cazo el azúcar con 150 ml. de agua mineral y el café soluble, cociéndolo, a fuego vivo, hasta conseguir un almíbar espeso.
Batiremos las yemas y el huevo, vertiendo sobre ellos el almíbar, poco a poco, sin dejar de batir. Lo pasaremos por un colador fino y lo agregaremos a un molde de corona, previamente caramelizado.
Lo introduciremos en el horno precalentado a 180º C. dejándolo cocer, durante unos 2 minutos, al baño María, dejándolo enfriar en el molde.
Lo desmoldearemos y lo adornaremos poniendo en el centro una mousse de chocolate y nata montada.
Nuestra selección de vinos:
Solo es una cuestión de gustos...
«Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.»
Federico Fellini.
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tiene que estar delicioso , cuando lo haga ya te contare ,gracias----
Pues la verdad que si, tiene buena pinta, ya contarás !!