1.- Batiremos la nata líquida, hasta que quede ligeramente consistente sin que llegue a estar montada.
2.- Le agregaremos el queso roquefort. (Por cada porción de queso, le corresponde 1 bote de nata líquida pequeño).
3.- Lo sazonaremos con sal y pimienta negra, batiéndolo todo, hasta obtener una masa consistente, entre un pate y un batido, y lo verteremos en un bol.
4.- Lavaremos las zanahorias y las cortaremos en bastones, como si fueran lapices de grueso y largo, sirviéndolas en un recipiente junto al bol de la salsa de queso roquefort.
5.- Las consumiremos como aperitivo, cogiéndolas con los dedos y untándolos en la salsa.
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